Vía Aida. Galayos.


Una de esas clásicas poco frecuentada con fama de musgosa y escalada recia.
Una vez escalada diré que es buena. Trazado lógico que bien es cierto asusta por su aspecto musgoso pero que a pesar de ello se deja escalar perfectamente. Si se hiciese más estaría más limpia seguro. Reequipar los viejos y oxidados buriles también ayudaría. Pero que nadie se asuste. Todo se refuerza o se protege correctamente. A ver si alguno se anima más a escalarla al leer la piada.


Ya digo que nos gustó bastante y comparándola con su vecina y más frecuentada vía de las Tormentas a mí personalmente me ha gustado bastante más. 
Primeras dificultades.
Olguita recuperando nuestro segundo largo.
Crunchi a tope.. pero se hace bien.
Llegando a R3.
Ambiente alpino en R3
Las vistas.
En el diedro tumbado de 6a+.
Ambiente...
Y muy bonito de escalar...
Saliendo de R4.
Nuestra R5.
En el antepenúltimo largo... saliendo de R5.
Justo antes de la tormenta. 

A destacar el diedro tumbado de su tercer largo como el más técnico y bonito de escalar. De material juego de camalots hasta el 4. Los aliens con sus micros y algunos fisus pequeños. El descenso desde la cima destrepando hacia el este para ir al collado del Águila. Donde ya enganchamos la canal de bajada. Tres rapeles. El primero de 30m los otros dos más largos.

El croquis de andar por casa.
Como anécdota del día la granizada que nos cayó justo antes de la placa de salida a los largos cimeros. Ojo con apurar días como este. Nosotros libramos de rayos. Pero ese mismo día en la Albujea un amigo nuestro pillo. Por suerte todo quedo en un susto.

Con el marrón justo encima.
Nosotros no nos fuimos de rositas tampoco. Tuvimos que esperar una horita a que secase la placa. Y aun así reconozco que pase mi momento rosca de la buena. Mi cabezonería y la pereza de no subir al día siguiente a recuperar material me impulsaron hacia arriba.
Tras la escalada y ya de camino a casa reflexione sobre esas causas que determinan como ciertos hechos y circunstancias hacen que se desarrollen de una manera u otra... en esta ocasión esos hechos y circunstancias que llamamos "suerte" fue precedida del adjetivo “buena”.
Que lloviese... no fue suerte ni mala ni buena. Sabíamos que podría ocurrir. Que librase una caída mala en la placa cuando se me puso a llover de nuevo casi acabándola quizá sí. Fue uno de esos momentos que seguro no voy olvidar como escalador.

Unos vídeos de la tormentilla...



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Saliendo a cima después de esperar a que esa placa secase un poco... 
Cuidadin con las tormentas veraniegas!!
 
En la canal de bajada.

Lo dicho. Buena vía. Larga, variada, de corte clásico y con dificultad moderada. Recomendable.
Saludos y buenas escaladas!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

La suerte... buena, mala, mucha, poca... y o soy de los que cree que muchas situaciones en las que se habla de suerte no es tal ya que la capacidad, la experiencia, la reflexión, la capacidad de lucha, la intuición,el autocontrol hacen que la variable suerte esté acompañada de muchos más ingredientes que hacen que no sea tan determinante.

Y si además cuando sabes que por las circunstancias que sean has expuesto algo más de lo debido y tomas nota de porqué ha sido así para el futuro aún le dejas menos espacio a la suerte.

En la montaña y en la escalada si nos hubieramos retirado de todo aquello que tenía riesgo e incertidumbre en su desenlace no habríamos salido de la escalada deportiva y en vías conocidas!

Sabes que me gusta la perseverancia y no abandonar al primer contratiempo así que chapeau por esa placa mojada y la próxima vez sin embargo si vuelves a estar en las mismas y decides bajarte sin meterte al lío, doble chapeau!

Saludos y buena suerte!!!!

El caracol filosofo.